lunes, 9 de septiembre de 2013

El barroco es el diablo

El barroco es el diablo,
por la proliferación de sus formas en filigrana, 
un constructo subversivo y mestizo 
de hornometales alertas y suspendidos 
a la llamada de la vorágine que se tragó también
la idea primera.

El barroco es el ángel más hermoso de Dios,
                       un ser hermafrodita
pero hay que ver a través de su máscara cobriza
el rojo que advierte la fachada encendida, 
de la casulla liviana que fricciona y descarga
la energía dual de la revelación y el milagro. 

Entre los cuernos del diablo hay una oscuridad insólita 
que corresponde a un orden impenetrable 
por la viscosidad de todos los ojos pegados
a lo visible, que no pueden tornarse.

Seguí el hilo negro que encontré en el epígrafe de El reino de este mundo de Alejo Carpentier, donde cita a Lope de vega. *cita de lope

 Preguntas que me gustaría contestar en esta entrada: ¿Cuál es la distinción entre el barroco hispano de hace medio milenio al del último siglo en latinoamerica? ¿Por qué el barroco es una vanguardia?

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